lunes, 16 de mayo de 2011

taller de socializacion

1. Ingresar al link http://joseeustasio1889.blogspot.com/2011/05/libro-la-voragine-pdf.html.


2. decir de que se trata el fragmento del libro la vorágine.


3. que papel desempeña Arturo Cova en el papel y como influye en la joven Alicia.


4. donde se desarrolla la historia de la vorágine.


5. opinar en uno de los poemas opinar y comentar y dar una critica de alguna de ellas.

lunes, 9 de mayo de 2011

Libro la Vorágine-PDF

Libro la Vorágine *
haga clic sobre el titulo para acceder al libro.
Arturo Cova, un hombre de la ciudad pero aventurero y audaz, secuestra a Alicia, una muchacha, hija de familia adinerada y de aceptable condición social.


Para escapar de la justicia se interna con ella en la selva, ambos se hospedan en la marolita, casa de llanero franco y su mujer Griselda. Surge entonces de los bosques un personaje acanallado, barrera, asesino y ladrón que se dedica en la zona a engañar trabajadores para las caucheras, barreras rapta a Alicia y a Griselda, por lo que franco y Cova se ven precisados a emprender una tenaz persecución.

Comienza entonces para ellos un viaje alucinante por la espesa selva tropical. A poco dan con una especie de infierno terrestre: el de las plantaciones de caucho. En este lugar conocen al anciano clemente Silva quien desde hace tiempo busca en la espesura de la selva los huesos de su hijo.

Guiados por Silva, junto con otros fugitivos, los dos amigos continúan la persecución para castigar al bandolero y redimir a los caucheros. Finalmente encuentran a las mujeres y después de un combate en que barrera haya la muerte, retornan a la ciudad.

Libro La Voragine



la vorágine Libro completo *



La novela trata de un joven llamado Arturo Cova, que su gran carga ahora era Alicia, una joven que salió huyendo de sus tierras ya que sus padres la querían casar con un terrateniente. Cova, Alicia y las pampas son los personajes principales que influyen en la historia "La Vorágine".
El criollismo influye en la historia en los conflictos y los personajes. La historia contiene la ambición de Arturo por las mujeres, el alcohol y la salida de la selva donde fue prisionero. Los personajes le dan vida a la historia donde el autor le dio una personificación a la selva.

domingo, 8 de mayo de 2011

Mientras las Palmas Tiemblan

Mientras las palmas tiemblan, un arrebol ligero
en solitarias ciénagas disuelve su rubí;
todo se apesadumbra, y hacia lejano estero,
sonroja en el crepúsculo sus alas un neblí.
Algo desconocido del horizonte espero...
¡Vana ilusión! Nublase la franja carmesí;
ya suspiró la tierra bajo el primer lucero,
y siento que otros seres lloran dentro de mí.
Me borrará la noche. Mañana otro celaje;
¿y quién cuando yo muera consolará el paisaje?
¿Por qué todas las tardes me duele esta emoción?
Mi alma, nube de ocaso, deja lo que perdura;
y como es mi destino sufrir con la Natura,
se apagan los crepúsculos entre mi corazón.


Sintiendo

Sintiendo que en mi espíritu doliente
la ternura romántica germina,
voy a besar la estrella vespertina
sobre el agua ilusoria de la fuente.
Mas cuando hacia el fulgor cerulescente
mi labio melancólico se inclina,
oigo como una voz ultradivina
de alguien que me celara en el ambiente.
Y al pensar que tu espíritu me asiste,
torno los ojos a la pampa triste;
¡nadie!... Sólo el crepúsculo de rosa.
Mas, ¡ay!, que entre la tímida vislumbre,
inclinada hacia mí, con pesadumbre,
suspira una palmera temblorosa.

En la Estrellada Noche

En la estrellada noche de vibración tranquila
descorre ante mis ojos sus velos el arcano,
y al giro de los orbes en el cenit lejano
ante mi absorto espíritu la eternidad desfila.
Ávido de la pléyade que en el azul rutila,
sube con ala enorme mi Numen soberano,
y alta de ensueño, y libre del horizonte humano,
mi sien, como una torre, la inmensidad vigila.
Mas no se sacia el alma con la visión del cielo:
cuando en la paz sin límites al Cosmos interpelo,
lo que los astros callan mi corazón lo sabe;
y luego una recóndita nostalgia me consterna
al ver que ese infinito, que en mis pupilas cabe,
es insondable al vuelo de mi ambición eterna.

Vibradora Cigarra

Vibradora cigarra: con tu lírico empeño
los veranos cantabas en la azul lejanía,
y al temblor de tus alas resonantes, fulgía
todo el sol en mis ojos y en el valle risueño.
Y callabas al verme por el linde pampeño
divagar, cuando el rayo moribundo del día,
con las blondas palmeras que la tarde mecía
tuve amores, y el llano me enseñaba el ensueño.
Hoy que lánguidas brumas se vistió la pradera,
algo espera mi alma sin saber lo que espera:
¡que el sol brille, que vuelvas y en la luz te remontes!
Ni siquiera un celaje sobre el páramo eterno...
Como tú ya no cantas, ha venido el invierno
y las mudas neblinas encanecen los montes.

Atropellados

Atropellados, por la pampa suelta,
los raudos potros, en febril disputa,
hacen silbar sobre la sorda ruta
los huracanes en su crin revuelta.
Atrás dejando la llanura envuelta
en polvo, alargan la cerviz enjuta,
y a su carrera retumbante y bruta,
cimbran los pindos y la palma esbelta.
Ya cuando cruzan el austral peñasco,
vibra un relincho por las altas rocas;
entonces paran el triunfante casco,
resoplan, roncos, ante el sol violento,
y alzando en grupo las cabezas locas
oyen llegar el retrasado viento.

Cantadora Sencilla


Cantadora sencilla de una gran pesadumbre,
entre ocultos follajes, la paloma torcaz
acongoja las selvas con su blanda quejumbre,
picoteando arrayanes y pepitas de agraz.
Arrurruúu... canta viendo la primera vislumbre;
y después, por las tardes, al reflejo fugaz,
en la copa del guáimaro que domina la cumbre
ve llenarse las lomas de silencio y de paz.
Entreabiertas las alas que la luz tornasola,
se entristece, la pobre, de encontrarse tan sola;
y esponjado el plumaje como leve capuz,
al impulso materno de sus tiernas entrañas,
amorosa se pone a arrullar las montañas...
y se duermen los montes... y se apaga la luz.

Soy un grávido río

Soy un grávido río, y a la luz meridiana

ruedo bajo los ámbitos reflejando el paisaje;
y en el hondo murmullo de mi audaz oleaje
se oye la voz solemne de la selva lejana.
Flota el sol entre el nimbo de mi espuma liviana;
y peinando en los vientos el sonoro plumaje,
en las tardes un águila triunfadora y salvaje
vuela sobre mis tumbos encendidos en grana.
Turbio de pesadumbre y anchuroso y profundo,
al pasar ante el monte que en las nubes descuella
con mi trueno espumante sus contornos inundo;
y después, remansado bajo plácidas frondas,
purifico mis aguas esperando una estrella
que vendrá de los cielos a bogar en mis ondas.

Grabando en la Llanura

Grabando en la llanura las pisadas,
y ambos, uncida al yugo la cabeza,
dos bueyes de humillada fortaleza
pasan ante las tímidas vacadas.
Por el pincho las pieles torturadas
fruncen con una impávida entereza;
y al canto del boyero, con tristeza
revuelven las pupilas agrandadas.
Mientras flora la rueda, el correaje
chirría en los cuernos, y la ruta queda
bordada, a trechos, de espumoso encaje;
y ellos, bajo el topacio vespertino,
parecen en la errante polvareda
dos tardas pesadumbres del camino.

Con Pausados Vaivenes

Con pausados vaivenes refrescando el estío,
la palmera engalana la silente llanura;
y en su lánguido ensueño, solitaria murmura
ante el sol moribundo sus congojas al río.
Encendida en el lampo que arrebola el vacío,
presintiendo las sombras, desfallece en la altura;
y sus flecos suspiran un rumor de ternura
cuando vienen las garzas por el cielo sombrío.
Naufragada en la niebla, sobre el turbio paisaje
la estremecen los besos de la brisa errabunda;
y al morir en sus frondas el lejano celaje,
se abandona al silencio de las noches más bellas,
y en el diáfano azogue de la linfa profunda
resplandece cargada de racimos de estrellas.

En un Bloque Saliente

En un bloque saliente de la audaz cordillera
el cóndor soberano los jaguares devoran;
y olvidando la presa, las alturas exploran
con sus ojos de un vivo resplandor de lumbrera.
Entre locos planetas ha girado en la esfera;
vencedor de los vientos, lo abrillanta la aurora,
y al llenar el espacio con su cauda sonora,
quema el sol los encajes de su heroica gorguera.
Recordando en la roca los silencios supremos,
se levanta al empuje colosal de sus remos;
zumban ráfagas sordas en las nubes distantes,
y violando el misterio que en el éter se encierra,
llega al sol, y al tenderle los plumones triunfantes
va corriendo una sombra sobre toda la tierra.

Esta Noche

Esta noche el paisaje soñador se niquela

con la blanda caricia de la lumbre lunar;
en el monte hay cocuyos, y mi balsa que riela
va borrando luceros sobre el agua estelar.
El fogón de la prora, con su alegre candela,
me enciende en oro trémulo como a un dios tutelar;
y unos indios desnudos, con curiosa cautela,
van corriendo en la playa para verme pasar.
Apoyado en el remo avizoro el vacío,
y la luna prolonga mi silueta en el río;
me contemplan los cielos, y del agua al rumor
alzo tristes cantares en la noche perpleja,
y a la voz del bambuco que en la sombra se aleja,
la montaña responde con un vago clamor.

Alas de seda

Persiguiendo el perfume de risueño retiro,
la fugaz mariposa por el monte revuela,
y en esos aires enciende sutilísima estela
con sus pétalos tenues de cambiante zafiro.
En la ronda versátil de su trémulo giro
esclarece las grutas como azul lentejuela;
y al flotar en la lumbre que en los ámbitos riela,
vibra el sol y en la brisa se difunde un suspiro.
Al rumor de las lianas y al vaivén de las quinas,
resplandece en la fronda de las altas colinas,
polvoreando de plata la florida arboleda;
y la gloriosa en el brillo de sus luces triunfales,
sobre el limpio remanso de sernos cristales
pasa, sin hacer sombra, con sus alas de seda.


Tierra de promisión(1921)

Tierra de promisión

Es un canto a la íntima relación del poeta con el paisaje. Resultado de un tema poético que trabajaba desde muy joven, José Eustasio Rivera ilustró en este libro la identificación de su palabra con una naturaleza autóctona, cuyos rasgos podrían hacer pensar también en un territorio primordial más allá del tiempo, y donde su mirada vital de testigo de excepción se cruzaba con los elementos esenciales de ese mundo tropical, dividido en las tres inmensas zonas del paisaje americano: la selva, o también el bosque tropical, las montañas y las llanuras. Enmarcado, por lo demás, en el escenario de la tierra caliente,
Tierra de promisión
es también la recreación nostálgica de la geografía y los territorios afectivos de la infancia y la primera juventud del poeta en el recién fundado departamento del Huila. Dictados por
 el ensueño de un protagonista
.

La vorágine(1924)


   

Arturo cova protagonista y narrador de esta novela, es un hombre perseguido por el hastió, el desamor, el rencor; pero también un perseguidor. Sus brazos extendidos -"tediosos de libertad"- imploran por cadenas que logren contener un corazón al que no mueve ideal alguno y que lo ha jugado todo al azar. Recorrerá cada uno de los laberintos  que su destino le ha preparado y en su loca carrera lo seguimos, página tras página, sin respiración, sacudidos por la elocuencia de sus actos y los espejismos de un lugar que ni siquiera podríamos imaginar.

La vorágine; la telenovela colombiana


Entre los setenta y ochentas se marcó una tendencia de la telenovela que marcaba el retorno del relato literario, pero ahora de carácter nacional, convertido en un producto de consumo televisivo. Así se adaptaron grandes obras de la literatura colombiana, que en formato de telenovela, fueron rápidamente acogidas por los televidentes. Obras como La mala hora de Gabriel García Márquez; La María de Jorge Isaac; La Vorágine de José E. Rivera; entre otras fueron las de mayor audiencia. En los ochenta específicamente, la telenovela aborda otras dimensiones, incorporando lo cómico, lo irónico, mezclado con las identidades regionales del país. Producciones como Caballo ViejoSan Tropel y Gallito Ramírez, fueron algunas de las más representativas de esta época.

Biografía de Jose Eustasio Rivera

José Eustasio Rivera (San Mateo, hoy Rivera, Colombia; 19 de febrero de 1889 – Nueva York, Estados unidos; 1 de Diciembre de 1928) fue escritor colombiano.
 Figura sobresaliente de la narrativa latinoamericana, rivera trabajo como maestro de escuela y se doctoro en derecho en la universidad Nacional, en 1917, con unan tesis dedicada al tema de la liquidación de las herencias. Tres años más tarde hizo parte -como secretario jurídico- de las comisiones encargadas por el gobierno colombiano de investigar la situación de los obreros en la zona petrolífera del rio magdalena, además de establecer los límites fronterizos entre Colombia y Venezuela; tuvo entonces la oportunidad de recorrer las selvas del amazonas del Orinoco, y percatarse de las terribles condiciones de trabajo de trabajo de los caucheros de la selva amazónica, veta de su marginal novela La vorágine, publicada por primera vez en 1924. Había ya publicado, en 1921, el libro de poemas canto a san mateo “oda de épica entonación y forma tradicional” y el célebre tierra de promisión, Extensa loa a la naturaleza compuesta por 56 sonetos.
Luego de pertenecer a las comisiones de relaciones exteriores, de colonización y de investigación, Rivera presto su último servicio como representante del gobierno colombiano viajando a Cuba. En 1928, al congreso de inmigración. Ese mismo año, interesado en encontrar un traductor para La vorágine y en establecer un contacto para llevar su obra al cine, viajo a la ciudad de Nueva York Donde se dedico además a dictar numerosas conferencias y a recibir homenajes de sus amigos. En la tarde del 27 de noviembre, acosado por la fiebre que había contraído en las selvas del  amazonas y del Orinoco, perdió el conocimiento y cayó en estado de coma.
Murió el día 1 de diciembre a las 12:50, sin que los médicos hubieran podido establecer la causa de su fallecimiento.